Discurso Expositivo
El discurso expositivo se caracteriza porque en él predomina la finalidad del traspaso informativo al receptor.
Es decir, a través del discurso expositivo se intercambia información,
como por ejemplo, cuando un compañero te dice que por favor le expliques
la última clase de historia porque no entendió nada, o cuando leemos
una revista de actualidad, o cuando asistimos a una conferencia.
La situación de enunciación de
los discursos expositivos es particular porque el emisor es un sujeto
que conoce un tema, mientras que el receptor es el individuo que será
informado sobre ese contenido. En este sentido, la relación entre ambos
participantes es de asimetría (desigualdad) desde el
punto de vista informativo, ya que el hablante maneja más información
que el oyente acerca del tema tratado. Piensa de nuevo en ese amigo que
te pide que le expongas la clase de historia. Evidentemente, tú estás en
una relación de desigualdad con él porque tú sabes algo que él no sabe y
necesita saber.
Generalmente, la situación en que se realiza este tipo de discurso es formal.
Por ejemplo, cuando tienes que realizar una disertación frente a tu
profesor(a) y a tus compañeros existen ciertos elementos que tú
consideras: tu ropa, el lenguaje que usarás, las posturas, los apoyos
visuales, etc. Todos estos aspectos se relacionan con el hecho de que es
una situación formal.
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